El País
Verónica Calderón
19 de abril de 2013

El autor de ‘Huesos en el desierto’, reconocido por su defensa de la libertad de expresión en México.

El escritor mexicano Sergio González Rodríguez, en Madrid. / CARLOS ROSILLO
El periodista, ensayista y escritor mexicano Sergio González Rodríguez (Ciudad de México, 1950)
ha sido nombrado ganador de la octava versión del prestigioso Premio
Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica.

González Rodríguez, reconocido por su investigación sobre las muertas
de Juárez en los años noventa, ha dedicado el premio a los periodistas
que han muerto en el ejercicio de su profesión en México, considerado
por Reporteros Sin Fronteras como uno de los países más peligrosos del
mundo para ejercer periodismo, por el momento “particularmente aciago”
por el que atraviesa la profesión en el país latinoamericano. Al menos
80 periodistas han muerto en México desde 2000 y otros 18 han sido
reportados como desaparecidos. “Lo primero que quiero decir en
agradecimiento a este premio es que deseo extenderlo a estos
compañeros”, afirmó en una conversación telefónica esta tarde.

Otros ganadores del premio que otorga la centenaria institución
catalana son la periodista chilena Mónica Pérez, el nicaragüense Pedro
Joaquín Chamorro y la mexicana Lydia Cacho.

El autor de Huesos en el desierto aseguró que, en México,
“seguimos esperando de que más allá de las reformas judiciales” se apoye
a los periodistas de una manera concreta. “Este premio debe de ser la
ocasión para recordar al Gobierno mexicano de que debe ofrecer seguridad
a los periodistas y detener la impunidad para garantizar la libertad de
expresión”.

Para los periodistas en México “la situación ha empeorado”, aseguró González Rodríguez, quien también es consejero editorial de Reforma
y columnista de este diario, uno de los principales de México, desde su
fundación en 1993. “Hay que recordar la investigación que realicé en
Ciudad Juárez, en la que coincidí con otros colegas. Entonces ya señalábamos una degradación institucional
y preveíamos de que, si no se detenía y no se castigaba a los
delincuentes, se extendería a todo el país. Y por desgracia pasó. Nadie
nos tomaba en serio”. Solamente esta semana, un comando armado atacó con explosivos la sede del diario Mural, en Guadalajara (Jalisco) y el periodista Alonso de la Colina fue asesinado en Puebla.