Especial Bicentenario
Clarín

Ante la Presidenta, su esposo Néstor Kirchner y todo el gabinete el arzobispo de Luján, Agustin Radrizzani, sorprendió con duros reclamos de equidad redistributiva, justicia efectiva y respeto a la división de poderes.

El Tedeum “oficialista” fue, finalmente, el más duro con la Presidenta y su gobierno. Al encabezar el oficio en la Basílica de Luján, el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, pidió ante Cristina Kirchner por “una justicia más efectiva, una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y una mayor independencia de los poderes republicanos”. Las tensiones con la Suprema Corte, los cuestionamientos en torno a un crecimiento económico que no se ha traducido en un mejor reparto de la torta de riqueza y las tensiones con el Congreso son, sin dudas, los tres ejes que más críticas despiertan de parte de la oposición contra el gobierno kirchnerista.

Radrizzani, frente a la Presidenta y su esposo, también dijo “Debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, más allá de partidismos e intereses personales”, al tiempo que instó a mejorar la calidad de las instituciones.

El arzobispo de Mercedes advirtió hoy que el Bicentenario es “un desafío insoslayable” para la democracia argentina, y afirmó que el período 2010-2016 reclama como desafío “elaborar proyectos políticos, presentar propuestas sociales y culturales, y mejorar la calidad de nuestras instituciones”.

“Nos debemos un diálogo magnánimo y sereno, que significa abrirnos camino a través de la palabra y para eso debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, más allá de partidismos e intereses personales”, dijo Radrizzani durante su mensaje, que dividió en cuatro ejes temáticos: la memoria, la identidad, la reconciliación y los desafíos..

Además, exhortó a defender “a cualquier costo” el bien común y la unidad nacional”, y suplicó por “una Justicia más efectiva, por una mejor y más equitativa distribución de la riqueza, y por una mayor independencia de los poderes republicanos”.

Parafraseando el último documento del Episcopado, Radrizzani destacó que “la Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo”. Y aseguró que la Iglesia quiere “iluminar” las celebraciones del Bicentenario como “una oportunidad para el crecimiento”.

La misa arrancó con la lectura -a cargo del nuncio apostólico Adriano Bernardini- de la carta enviada por el papa Benedicto XVI en ocasión de la celebración del Bicentenario. “Quiero hacer llegar a vuestra excelencia mis felicitaciones más cordial en ocasión de la fiesta nacional, a la vez que expreso mi afecto y cercanía espiritual a todos los argentinos”, sostuvo el Papa en su mensaje.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó a las 12.08 a la Basílica de Luján para participar del Tedeum oficial por el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Fue recibida por una multitud que colmó la plaza ubicada frente a la catedral, donde se mezclaron decenas de militantes kirchneristas.

La Presidenta ingresó al templo acompañada por su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, el gobernador Daniel Scioli, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el ministro del Interior Florencio Randazzo.

Dentro de la Basílica, fue recibida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, integrantes del gabinete, gremialistas como Hugo Yasky y Julio Piumato, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y el presidente de la AFA, Julio Grondona, entre otros.