Tomado de: Corbella.de

Cómo se puede coger tanto amor y respeto a 2 personas que no conoces? Sólo a través de una mano anónima? A través de citas de sus libros, pero apenas ni eso. Han sido más bien en la correspondencia sincera y el relato atento al momento, lo que una mano diestra primero ha imprimido y segundo, aunque anterior, han sido unas personalidades sumamente humanas y por ello totalmente representativas del apegeo histórico que el destino las unió, pero que de paso las separó cruelmente, !y fueron más afortunados que la mayoría! de la tierra natal, la que les dió trabajo y alegrias hasta que esa tierra fue invadida.

Anna Muriá, esposa de Agustí Bartra vivió 2 decadas más que él. Agustí Bartrà, marido de Anna Murià. Porque Agustí Bartra es Anna Murià y Anna fue Agustín. Es decir, Anna escogió la mejor manera de rendir homenaje a su marido, al poeta y al artista, escribiendo gracias a él, su mejor libro, Crónica de la vida de Agustín Bartra. Editado en 1967 pero escrito a lo largo de 30 años. No hay muchos libros que se escriban en tan largo periodo de tiempo. En Méjico y Estados Unidos pasaron la mayor parte de su vida, antes pasaron unos meses en Francia viviendo en idílicos lugares como Roissy-en-Brie. Antes habian nacido en Cataluña. Volvieron que eran casi unos ancianos, en el año 1970, se habian ido de Barcelona y de Cataluña su patria, en el año 1940.

Anna Muriá entregó su alma y su vida a sublimar la figura de su esposo, Agustí Bartra. Incluso a las puertas de su muerte, Bartra le pedia a su esposa, “Dedica tu vida, a mi obra” , cosa que ya habia estado haciendo hacía 47 años. Numerosas cartas, lo indican de su mano y letra. Anna, que llegó a ser directora de El diario de Cataluña, trabajó valientemente como periodista en numerosas revistas y publicaciones justo antes de llegar la dictadura a España.

Fue entonces cuando ella y su familia tuvieron que huir de Barcelona y refugiarse en otros paises. Fue en Roissy-en-Brie, al conocer a Agustín, ya famoso poeta, que ella se enamoró “tanto de su cuerpo, como de su alma” , según textuales palabras de Anna en este libro, excelentemente escrito por Montserrat Bacardí y su vida cambió ya para siempre.

Según se cita en el libro, que todavía no he terminado de leer, pero tanta es la pasión que en mi ha despertado el personaje de Anna, esta mujer abnegada y dotada en extremo para la literatura sin duda, pero que optó libremente servir, y esta es la palabra, fielmente y siempre en silencio al artista amado y admirado en extremo, ya consumado, criar sus hijos y los nietos y traducir y traducir sin parar para sobrevivir en su vida de exilio. Es más común en la literatura anglosajona, que existe la tradición, de enzalsar y por decirlo de alguna manera, pregonar la vida y la obra de un ser querido, de un familiar, de un alma gemela en este caso.

Anna Murià nombraba a sus obras de manera muy directa, como es la Crónica , o Carnet , al diario de su vida, o simplemente Libro , como es el que dedicó a su hija, con el nombre de El libro de Eli. Al final de su vida, y fue larga su vejez ya que sobrevivió a Agustín Bartra, 20 años, escribió Reflexiones de la vejez. En Méjico escribió El maravilloso viaje de Nico Huehuetl y Este será el principio.