Emigración, nostalgia y nuevas tecnologías

Transnacionalismo a la ecuatoriana

Silvia Mejía Estévez
Edición para Internet: La Insignia, marzo del 2006.

Del libro La migración ecuatoriana
Editoras: Gioconda Herrera, María Cristina Carrillo y Alicia Torres
Pedidos: Flacso

Hasta hace sólo unas décadas, emigrar implicaba una ruptura casi definitiva con el hogar y la vida que uno dejaba atrás. Exiliados, emigrantes y refugiados alimentaban su nostalgia con cartas llenas de noticias viejas, llamadas telefónicas caras y telegráficas, así como encuentros efímeros con imágenes de su tierra recogidas por la televisión. Hoy, sin embargo, para un campesino migrante, desplazado en cualquier gran ciudad del Primer Mundo, resulta relativamente económico hacer una llamada telefónica a su pueblo perdido en las montañas de un país del Tercer Mundo, donde, con seguridad, casi no habrá líneas telefónicas regulares, pero sí muchos teléfonos celulares.

Según su nivel de manejo de computadoras, un migrante puede mantener una relación prácticamente en “tiempo real” con familiares y amigos en sus países de origen, a través del correo electrónico, mensajes instantáneos y video conferencias. Asimismo, quienes han emigrado pueden permanecer actualizados en las noticias locales gracias a los sitios web que periódicos, radios y estaciones de televisión de sus países han establecido en la red.

¿Cómo se ha transformado la nostalgia en esta era posthumana, en la que el cuerpo de un individuo se halla desplazado miles de kilómetros lejos de su hogar, y sin embargo, él o ella pueden estar “virtualmente” allí, ordenando pizza para los amigos o comprando un electrodoméstico para su mamá? Como dicen los anuncios publicitarios de los sitios web dirigidos a inmigrantes: la madre y los amigos están “apenas a un clic de distancia”.

Continúa en: https://catalunya-america.orgwww.lainsignia.org/2006/marzo/ibe_041.htm